El Día del Libro lo celebramos en la escuela Joan-Miró-Grundschule el pasodo 21 de abril. Por parte del colegio se realizaron diferentes actividades, de las cuales vale la pena destacar la competencia de lectura, el intercambio y la compra de libros, la cafetería de padres donde se vendieron muchas tortas y un muy buen café 😉 etc.
Escándalo, por su parte, no se quedó atrás y tuvo de nuevo este año el placer de patrocinar la actividad de la venta de rosas de solidaridad organizada por Gloria Fochs en compañía de otras madres del colegio y cuyos fondos recolectados van a ser donados a las clases de bienvenida del colegio. Quiero aprovechar esta entrada para darle las gracias a Gloria y a las otras madres que participaron en este proyecto: — niñas, ¡muchas gracias por vuestro esfuerzo! —
Yo, por mi parte, lastimosamente no he podido colaborar con la confección de las rosas, ya que el tejer y yo no nos entendemos; pero he tenido el gusto de ayudar un poco en la venta de las mismas y estando en ésas es donde me sucedió la siguiente anécdota que me gustaría contaros: estando ahí en la mesa vendiendo las rosas, se acercaron dos mamis de Madrid y nos pusimos a hablar acerca del nombre con el que Gloria identificó las rosas de ganchillo: «punto de libro», a lo que yo le dije: «pero vamos a ver, ¿qué clase de nombre es ese? Nosotros en Colombia le llamamos «separador», y las mamis de Madrid dijeron: pues nosotros le llamamos «marcapáginas». Después con otras mamis nos dimos cuenta que en otros lugares se les conoce con otros nombres (marcador, señalador, punto de lectura) y, al final, hablando con algunas de las tutoras de México que nos estaban acompañado vimos que ahí se les llama de la misma forma que en Colombia. Lo que nos hizo al final terminar pensando en la riqueza de nuestra lengua y la gran ventaja que tienen nuestros hijos/as con Escándalo y la posibilidad de recibir tantas influencias de diferentes culturas 😉 al mismo tiempo, todas bajo un mismo techo.
Para terminar esta entrada, dejadme contaros que un día después recibí un mensaje de Gloria en referencia a esta anécdota en donde me decía:
— Me encanta esta frase, del discurso de Eduardo Mendoza al recibir el Premio Cervantes:
«Por lo demás, al que se echa a los caminos la vida le ofrece recordatorios de su insignificancia. Hace muchos años, cuando yo vivía en Nueva York, quedé en un bar con un amigo, ilustre poeta leonés. Como vimos que la camarera que nos atendía era hispanohablante, probablemente portorriqueña, cuando vino a tomarnos la comanda nos dirigimos a ella en castellano. La camarera tomó nota y luego nos preguntó si éramos franceses. Le respondimos que no. ¿Qué le había hecho pensar eso? Oh, dijo ella, como habláis tan mal el español… En su momento, esta anécdota nimia me produjo una gran alegría que nunca se ha disipado. Porque comprendí que habitaba un mundo diverso, rico, divertido y con un amplísimo horizonte. Y que todas las lenguas del mundo son amables y generosas para quien las quiere bien y las trabaja.»
😃😃👍👍